UN AÑO DE MI VIDA
MI INTERNADO
Cada ciclo tiene un comienzo y un
fin, la vida es tan larga y al mismo tiempo tan corta.
Hoy uno de los mejores momentos
de mi vida esta por concluir, para dar paso a un nuevo episodio.
La vida está llena de sorpresas,
de decisiones que tomar, de experiencias buenas y malas.
Hoy estoy feliz que este ciclo
que hace un año inicio llegue a su fin y es que en este año aprendí muchas
cosas.
Aprendí que ni todo es blanco, ni
que todo es negro, todo depende del cristal con que se mire, que las reglas si
son reglas y que deben acatarse, pero que también en algunas ocasiones tienes
que aprender a romperlas y seguir tus convicciones.
Conocí grandes amigos y no puedo
decir que enemigos, conocí grandes médicos, grandes enfermeras y enfermeros, muchísimos
pacientes. llegue con mucho miedo por no saber si sería capaz de poder realizar
las cosas yo sola, llegue tímida y con miedo, pero nunca me eche para atrás siempre
decidí caminar y aprender, caminar y aprender y aunque los primeros días fueron
duros porque no sabía hacer nada, con el tiempo esto cambio, me di cuenta que
mis manos, ojos y mente servían, me di cuenta que si podía y que si aprendía,
desde el primer momento que puse un pie en mi hospital lo ame de verdad, y es
que como no amar al hospital quien sería mi maestro durante un año de mi vida.
Aún recuerdo ese día en la
Facultad, cuando me dijeron por primera vez a donde iría a ser mi internado,
recuerdo que en mi mente si estaba ir a realizarlo fuera de casa, pero nunca creí
que fuera un poco lejos de ella, Hospital General De Axochiapan ahí iría yo, en
esos momentos pensé, ¿Dónde está Axochiapan? ¿Me tendré que mudar de casa? ¿Cuánto tiempo me haría hasta Axochiapan?
¿Sera peligroso? Infinidad de preguntas embargaron mi cabeza, pero una cosa si
estaba muy clara, fuera donde fuera que estuviera daría lo mejor de mí y lo aceptaría
con gusto pues para esto es para lo que estuve preparándome 4 años de mi vida,
para atender a las personas, poner un granito de arena en su salud, aprender y
seguir con el conocimiento así que cuando lo supe mi mente, mi ser lo acepto. En
unas dos semanas tendría que estar llegando Axochiapan, estaba contenta estaba a
punto de subir un escaloncito más en mi vida, hice mis maletas y mi familia ya
me estaba esperando para llevarme a donde sería mi hogar, miles de emociones me
embargaron, nunca había estado tan lejos de casa (a 2 horas y media) para mí
era muy lejos, recuerdo que observaba con
atención el camino, las montañas, los árboles, los cultivos, la carretera, la
gente caminando, las vacas, para mí era un mundo nuevo, las horas pasaban y yo
ahora me sentía más lejos de casa, las horas se me hicieron eternas, hasta que
por fin llegamos, hacía mucho calor, mucho un calor bochornoso, el sol quemaba
a todo lo que diera. Fui a donde rentaría para dormir, un cuarto pequeño pero cómodo,
solo lo utilizaría para dormir, a mi mama le pareció espantoso todo jejeje, decía
que hacía mucho calor, que no había nada, a mí me parecía maravilloso, fui a
visitar el hospital y no fue nada de lo que me imagine, fue mejor que eso, si,
no puedo decir que era un hospital enorme, pero era un hospital pequeño y
bonito que cumplía con sus funciones, enseguida me enamore de el, y es que mi
hospital claro esta no se puede comparar con el Hospital G. Parres de Cuernavaca,
con el IMSS, o con el ISSTE de Zapata, pero puedo decir que mi hospital era
pequeño pero funcional y que con pocos recursos es capaz de solucionar grandes
problemas. Mi primer día en el hospital me prometí ser el mejor interno,
entregarme al hospital todo lo que pudiera, pues sería mi casa y mi escuela. No
soy una excelente estudiante mi promedio no fue muy alto, pero algo si sabía, sabía
que quería ser médico, la carrera de medicina a cambiado mi vida en todos todos
los sentidos y también me ha costado mucho trabajo, pero no la cambiaría por
nada en el mundo, pues ella me abierto las puertas de otros mundos, ha cambiado
mi forma de pensar, mi forma de ver la vida, creo que todos tenemos un objetivo
en la vida, todos y sin duda creo que las personas que se dedican a la salud,
ya seas médicos, enfermeras, técnicos laboratoristas, investigadores, los que
realizan el aseo en los hospitales, son escogidos por Dios para llevar a cabo
esta tarea, pues somos seres humanos y necesitamos de los cuidados de otros
para sanar nuestras enfermedades, por ello sé que mi destino seria ser médico
aunque me he tropezado en muchas ocasiones, pero Dios siempre me ayudado a
levantarme a través de mi familia y de mis amigos me vuelvo fuerte, cada experiencia deja una marca en tu vida que
te fortalece y te hace seguir a adelante, en este año multitud de sentimientos
encontrados pude experimentar, la soledad antes vivida de sentirme sola y de
verdad sola a pesar de que a mi alrededor estaban mis compañeros y los médicos,
a pesar de saber que tenía a mi familia me sentí totalmente sola, triste, sentía
un miedo enorme jamás antes vivido, un miedo que te cala hasta los huesos, una
tristeza tan grande que podía sentir como atravesaba mi corazón como se me
desgarraba el alma, ya no quería seguir, por las noches llegaba a mi cuarto y
lloraba, buscaba a mi Madre y no la encontraba, cerraba los ojos y no
conciliaba el sueño, no podía, tenía ganas de morir, de mi mente se apodero la
neblina, no podía ver nada, solo quería dormir, era feliz cuando estaba en el
hospital, pero no quería llegar a mi cuarto porque sabía cómo me hacía sentir, quería
salir corriendo, quería gritar lo que sentía, necesitaba platicar con alguien,
lo hacía pero aun así no me sentía escuchada, estaba cansada y desesperada, le pedí
ayuda a mama, le dije que me llamara a diario por que la necesitaba y no sabía
lo que me estaba sucediendo, le dije que estaba bien, que no se preocupara pero
que solo me llamara, sentía una tranquilidad al escuchar su voz pero en el
momento que colgaba, nuevamente las sombras se apoderaban de mí y no podía estar,
jamás en mi vida había sentido tal cosa, así que una noche me rendí, me tire al
suelo boca arriba y le hable a Dios le rogué que me ayudara, que me mostrara el
camino, le dije que ya no quería sentir miedo, le pedí perdón por el pasado y
le pedí que me mostrara mi camino, le dije que quería ser su sierva, que iría a
donde el me mandara, y que ayudaría a las personas, que aprendería y adquirirá el
conocimiento y la experiencia solo para una cosa, ayudar a las personas, pues
ese es el objetivo de la medicina, le dije que me entregaba a él y que su
destino yo aceptaría, esa noche llore y llore pero me quede dormida, al día
siguiente desde que desperté, sentí mucha paz, me fui al hospital y todo comenzó
a tener sentido.
En este año muchas cosas han
cambiado, mi forma de pensar, mi forma de ser, he valorado lo importante que es
mi familia en mi vida, y la importancia que tiene Dios en todo mi ser, he
tomado malas decisiones y también buenas, he sido responsable pero también lo
contrario eh roto reglas, y a veces me he contradicho cuando exigía justicia,
creo que he sido un buen interno pero también muy pésimo, me llego el amor,
algo muy hermoso por cierto e inesperado, creo que vivido muchas experiencias, he
reflexionado mucho y me he dado cuenta de que nuestra gente necesita mucho, que
no se da abasto, que no hay un control en sus enfermedades y que nuestros
pacientes llegan en una etapa final a urgencias, porque no tuvieron el cuidado
principal en sus casas, centros de salud, etc. Nuestro pueblo y hablo en
general necesita mucho, necesitamos trabajar en equipo, dar más platicas de prevención,
actualizar a los médicos generales en el tratamiento de enfermedades crónico degenerativas,
ya que un solo médico internista no puede abastecer a toda una comunidad, se
requieren más manos, aprendí, que las personas son muy nobles y que cuando van
al médico es porque realmente se siente mal, cada paciente que llega, para mí
es un examen, al principio no entendía lo importante que es hacer la historia clínica
y su exploración física, hoy sé que es indispensable para un adecuado diagnóstico
y tratamiento. Amo mi carrera, amo lo que soy, sé que he errado pues soy
humano, busco hacer mejor las cosas, soy feliz con un gracias, soy feliz cuando
veo salir a los pacientes caminando del hospital, aprender a convivir con la
vida y la muerte, la muerte es parte de la vida, la muerte no es tu enemiga, sino
un paso más, es algo que nos va llegar a todos, en el momento que menos en lo
esperes, ver morir a alguien es un poco triste pues vas viendo como día tras día
se va debilitando, que hagas lo que hagas la persona no mejora y se va, me gusta observar a los pacientes, platicar
con ellos y algunas veces hasta sorpresas te dan, como la cachetada que me dio
una Señora, pero no te enojas con ellos pues quien quiere estar en el hospital,
sin duda el hospital está lleno de pacientes y de almas que vagan por los
pasillos a todas horas, pero se hacen más presentes en la noche porque hay
silencio y tranquilidad.
Por eso solo quiero decir gracias
a mi Hospital que me dio tanto en este año, porque me permitió ser
Urgenciologa, Pediatra, Ginecóloga, Cirujana, Traumatóloga, Médico Internista y
Medico General. En cada servicio trate de entregar lo mejor de mí, y a pesar de
mi rebeldía conmigo misma porque a veces sentía que ya no podía ahí estaba,
pido Perdón a las personas que de alguna forma llegue a lastimar con mis malas
decisiones, o a las que llegue afectar y puedo decir con orgullo que soy
interno del Hospital General de Axochiapan al que siempre le estaré agradecida
por abrirme las puertas y enseñarme tanto, al cual a pesar de mis errores nunca
me dio la espalda y aun así me siguió mostrando mi camino, gracias a cada uno
de los médicos que me ensañaron tanto, gracias a las enfermeras y enfermeros
que me enseñaron lo que es correcto y lo incorrecto, es difícil decir adiós,
puesto que me han enseñado tanto y aun con este año que está por concluir siento que me falta mucho
por saber. Seguiré preparándome y algún día nuestros caminos se volverán a
cruzar, me voy feliz, con la cara en alto, caminando, con muchas experiencias
buenas y malas, con el pensamiento de seguir adelante y se mejor cada día, ustedes
irán en mi corazón, tal vez seré un vago recuerdo para ustedes, de un interno
que algún día cruzo por el hospital, pero ustedes sin duda en mi corazón siempre
estarán.
Y como siempre digo: Si me caigo
me levanto, si me vuelvo a caer me vuelvo a levantar, no importa cuántas veces
me caiga, siempre me voy a levantar, siempre voy a caminar, por que por cada caída
que tenga es una experiencia más por donde ya no caminar, porque por eso estoy aquí para aprender, soy una tortuga que
sus pasos son un poco lentos, pero nunca se detiene, pues hay que saber llegar,
voy marcando mi camino día a día, la vida día me da lecciones, a veces duele, a
veces me dará alegrías, otras veces quizás tristezas, otras veces me golpeara
muy duro, pero nunca hay que dejar de caminar, pues el sol siempre saldrá.
Iré a donde tenga que
ir
Tus manos serás mis
manos
Tus ojos serán mis
ojos
Tu voz será mi voz
Tu conocimiento será el
que ponga en práctica
Todo lo que sepa será
utilizado para un mismo fin
Curar a las personas,
mitigar su dolor
Tú eres mi Dios y
eres mi razón
En tus manos me
encomiendo
Pues quiero ser tu
sierva y servir
Caminar y vivir
dignamente
Aceptando mí destino
Aceptando quien soy
Un simple ser humano
Que pretende vivir
Ser tu instrumento
Y ser feliz =)
M.A.S